Científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) del Departamento de Agricultura de EE. UU. y la Universidad Estatal de Ohio (OSU) han investigado los beneficios del tomate para la salud, demostrando en animales que su consumo puede reducir la prevalencia de enfermedades crónicas como el cáncer de próstata y de hígado.
En el pasado, los investigadores se han centrado principalmente en el licopeno, un pigmento que da el color rojo a los tomates. Sin embargo, los tomates producen miles de compuestos y se ha demostrado que su consumo ofrece más beneficios que el licopeno solo. Faltaba una visión general.
“En lugar de centrarnos sólo en un compuesto, utilizamos una tecnología llamada metabolómica para perfilar ampliamente cómo cientos de compuestos químicos estaban cambiando en el hígado como resultado del consumo de tomate. También utilizamos la transcriptómica para medir cómo cambiaban al mismo tiempo todos los genes detectables en el hígado. Este enfoque nos brindó información valiosa sobre los mecanismos potenciales por los cuales el consumo de tomate afecta al hígado y potencialmente a todo el cuerpo», dijo Michael Dzakovich. .D., científico del Centro de Investigación de Nutrición Infantil del USDA-ARS.
Los científicos analizaron tejido hepático de ratones, que fueron alimentados con dietas de control o dietas de control enriquecidas con tomate, para determinar qué compuestos del tomate se encontraron en el hígado y cómo cambió la expresión genética. A los ratones alimentados con tomate, se les dio una de dos dietas, con la adición de variedades comerciales de tomate naranja y rojo. Dado que no todas las variedades de tomate son químicamente idénticas, el uso de múltiples variedades permitió realizar un examen más completo de cómo el consumo de tomate afecta al hígado en general.
Además, los científicos descubrieron una serie de metabolitos [moléculas producidas por el metabolismo] que nunca se habían detectado en el hígado. Varios de estos compuestos se han encontrado en la sangre, la piel y la orina, pero sus datos muestran que estas moléculas se metabolizan más extensamente de lo que pensaban. Los metabolitos provienen de alcaloides esteroides producidos exclusivamente en los tomates.
Se ha demostrado que los alcaloides esteroides, tanto en estudios in vitro, como en animales, reducen la absorción de colesterol, reducen la proliferación de células cancerosas y reducen la atrofia muscular. También se parecen a muchas moléculas de señalización importantes producidas por el cuerpo. Según los investigadores, parece razonable plantear la hipótesis de que podrían ser parte de un conjunto de compuestos encontrados en los tomates que benefician la salud humana.
Además, los científicos observaron que independientemente de la variedad de tomate, se producía un aumento en la activación de genes relacionados con el metabolismo xenobiótico, una serie de procesos biológicos que ayudan al organismo a desintoxicarse, lo que llevó a los autores a plantear la hipótesis de que una de las formas en que los tomates pueden beneficiar la salud humana es su capacidad para promover la producción de enzimas que permiten la excreción de compuestos potencialmente tóxicos. Se han asociado perfiles de expresión genética similares con la prevención del desarrollo del cáncer debido al consumo de verduras como las brassicas (por ejemplo, el brócoli).
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