Los ganaderos franceses se creyeron el discurso del presidente Macron cuando impulsó la Ley General de la Alimentación para conseguir revalorizar todos los eslabones de la cadena alimentaria, obligando a la distribución a aumentar el precio de compra de los productos y a reducir las promociones en la tienda, en beneficio del primer eslabón de la cadena.

Meses después, muchos están desencantados. Consideran que los minoristas intentan, uno tras otro, encontrar lagunas legales de las normas, para agarrarse a ellas (márgenes encubiertos, descuentos en tarjetas de reducción, etc.).

Al mismo tiempo, la leche se sigue usando en Francia como producto reclamo. El último caso se ha producido en París en los hipermercados Aldi. La asociación de productores de leche de Francia (APLI) ha denunciado que la cadena de distribución está vendiendo leche en el lineal a 0,64 € / litro, que es un 30% más barato que la media. La asociación denuncia que con ese precio es imposible tener una remuneración justa para los productores lecheros, que la cuantifican en 0,45 €/ litro.

Aldi lanzó la promoción de la leche a 0,64 € para celebrar sus 30 años en Francia, premiando al comprador con una leche en oferta. La empresa ha retirado la oferta, tras el revuelo y lo ha considerado un error de comunicación. Aldi ha dicho que el menor precio de venta no afecta de ninguna manera el precio pagado a los productores, ya que la oferta está 100% financiada por Aldi y sus socios.