Un estudio llevado a cabo en colaboración por varios centros de investigación de Finlandia ha puesto de manifiesto que las tasas de producción de huevos y los ratios de conversión del alimento no se ven modificados porque las gallinas estén alojadas en granjas convencionales o en granjas enriquecidas. Cuando se analizó el efecto de utilizar dietas con alto o bajo contenido en energía no se observó ninguna diferencia según el tipo de jaula en el que las gallinas estuvieran alojadas. Los resultados del estudio se han publicado en el número de mayo de Poultry Sciences.

En la investigación se utilizaron 1.088 gallinas selectas Lohmann, que se alojaron en granjas convencionales (3 gallinas por jaula) o en granjas enriquecidas (8 gallinas por jaula). Tanto a unas como a las otras se les ofrecieron dietas pobres o ricas en energía (de 2,342 a 2,414 kcal/kg o de 2,581 a 2,629 kcal/kg) durante 3 fases consecutivas de alimentación de 20, 16 y 16 semanas, respectivamente.

Las gallinas que recibieron la dieta baja en energía consumieron más pienso (P < 0.01) y produjeron menos huevos por día (P < 0.05) que las aves alimentadas con una dieta rica en energía. Durante todo el experimento, el tipo de alojamiento no tuvo efecto en los parámetros de producción. No obstante, durante la tercera fase de alimentación, la tasa de producción fue menor en las gallinas en jaulas enriquecidas que en las convencionales (P < 0.01). Debido al mayor peso vivo de las gallinas en jaulas enriquecidas al inicio del experimento, estas gallinas consumieron más pienso durante la primera fase de alimentación que las que estaban en jaulas convencionales. Durante la tercera fase de alimentación, las gallinas en jaulas enriquecidas consumieron menos pienso que las que estaban en jaulas convencionales (P < 0.01), probablemente debido a su mejor cobertura de plumas.