El presidente de ARAG-ASAJA, Javier Rubio, ha manifestado hoy el rechazo de su organización hacia las posiciones manifestadas por representantes de las mayores organizaciones del vino a nivel español y europeo, que se oponen al mantenimiento de la prohibición de las nuevas plantaciones de viñedo en la UE y proponen que los derechos de plantación sean gestionados por las interprofesionales del sector. Rubio ha advertido del riesgo que supondría para los agricultores riojanos que el debate sobre los derechos de plantación se derive hacia estas posiciones, “porque podríamos estar ante una liberalización encubierta de los derechos que sería nefasta para el sector”.

Javier Rubio ha reclamado que la única posición que puede garantizar la permanencia de los 18.000 viticultores riojanos, basada en el equilibrio social y económico del sector, es la defensa firme y sin fisuras del sistema actual de derechos de plantación, además, “este sistema ha demostrado que es un buen instrumento para estabilizar la oferta y la demanda del mercado”, ha manifestado Rubio.

Si la administración de los derechos de plantación pasase a estar controlada por las organizaciones interprofesionales supondría que el control de los derechos ya no se regiría por criterios sociales y económicos, sino sólo económicos, que no tendrían en cuenta la riqueza social que supone una distribución equilibrada del viñedo. Esto podría alterar el reparto del viñedo en La Rioja en detrimento de los agricultores, que actualmente cuentan con el 85% de las hectáreas de viñedo, en favor de los grupos bodegueros. Además, las organizaciones interprofesionales sólo tienen competencia en su zona delimitada, es decir, en el caso de la DOCa, en los municipios pertenecientes a ella, no en el resto de la región, donde se podría plantar viñedo indiscriminadamente, igual que en las zonas limítrofes de regiones vecinas a Rioja.

Si la liberalización de derechos se plantación sale adelante, ha advertido Javier Rubio, sólo en el territorio de la DOCa Rioja, podríamos pasar de las 64.000 hectáreas actuales a 200.000; y de los 288 millones de litros de vino, a 900 millones.

ASAJA considera que las posiciones que se están conociendo hasta el momento en torno a este debate no son nada tranquilizadoras para los agricultores riojanos, empezando por la postura del comisario de Agricultura que ha comentado que se podrán introducir «adaptaciones» en la decisión de eliminar los derechos de plantación. Incluso ha dejado la puerta abierta a establecer un vínculo entre «determinadas zonas vitivinícolas, la calidad de los vinos y los derechos de plantación», en referencia a las denominaciones de origen.

La organización agraria reclama una única posición de todas las administraciones y representantes del sector en la defensa de la situación actual de los derechos de plantación.