El Acuerdo de Asociación entre la UE y Marruecos se ha convertido, según FEPEX, en un ejemplo de competencia desleal para los productores comunitarios de frutas y hortalizas en los ámbitos laboral, sanitario y medioambiental. La federación considera que este marco, y especialmente la modificación del acuerdo aprobada en octubre, ha provocado ya daños importantes al sector español, desplazándolo como primer proveedor de tomate del mercado comunitario, y que la situación se agravará con la plena aplicación de los cambios. FEPEX expuso esta posición en una mesa redonda celebrada en el Parlamento Europeo, en la que analizó el impacto del acuerdo UE Marruecos de frutas y hortalizas sobre el sector.
En el plano laboral, la federación subraya que los costes salariales mínimos de los empleadores en España se sitúan en 9,74 €/hora trabajada, frente a los 0,98 €/hora de Marruecos. La diferencia también es muy acusada respecto a otros Estados miembros: en Italia el coste mínimo alcanza 9,68 €/hora y en Polonia 7,43 €/hora. FEPEX sostiene que estos desequilibrios se traducen en una clara ventaja competitiva para las producciones marroquíes frente a las comunitarias.
Diferencias laborales, fitosanitarias y medioambientales
Además de las diferencias salariales, FEPEX denuncia que la competencia desleal se extiende desde hace años al terreno fitosanitario y medioambiental. La organización recuerda que Marruecos sigue utilizando materias activas prohibidas en los acuerdos multilaterales de protección ambiental, como el bromuro de metilo, un insecticida y fungicida muy eficaz cuya utilización está vetada en la UE desde 2005 por su impacto sobre la capa de ozono.
Según la federación, esta situación supone que los productores comunitarios de frutas y hortalizas asumen costes adicionales para cumplir las normas europeas, mientras compiten con importaciones procedentes de países que operan con requisitos menos exigentes. FEPEX insiste en que el acuerdo UE Marruecos de frutas y hortalizas no incorpora garantías suficientes para evitar este desequilibrio regulatorio.
Más importaciones desde Marruecos y extensión al Sahara Occidental
En el caso concreto del tomate, FEPEX recuerda que el Acuerdo de Asociación UE-Marruecos ha desplazado desde 2022 a los productores españoles como primer proveedor del mercado comunitario, posición que ha pasado a ocupar Marruecos. La organización insiste en que la competencia desleal no se limita a este cultivo, sino que afecta al conjunto del sector hortofrutícola. Desde la entrada en vigor del acuerdo en 2012, las importaciones comunitarias de frutas y hortalizas procedentes de Marruecos han pasado de 831.338 t a 1,4 M t, lo que supone un incremento del 71 %.
La federación advierte además de que la modificación del Acuerdo de Asociación alcanzada en octubre entre la Comisión Europea y Marruecos, ya en vigor de forma provisional, autoriza que las producciones del Sahara Occidental se beneficien de las mismas ventajas arancelarias que las originarias de Marruecos. FEPEX considera que esta ampliación incrementará aún más la presión competitiva sobre los productores comunitarios.
Otro aspecto que preocupa a la federación es el etiquetado de origen. La modificación del Reglamento delegado 2023/2429 sobre normas de comercialización de frutas y hortalizas, aprobada el 26 de noviembre, permite que las producciones procedentes del Sahara Occidental se etiqueten con el nombre de las regiones de procedencia, sin referencia explícita al territorio. Según FEPEX, este sistema puede resultar confuso para el consumidor y sortear el principio general de la normativa comunitaria, que exige indicar el país de origen en los productos comercializados en la UE.
Ante este escenario, FEPEX considera fundamental que el Parlamento Europeo no ratifique el acuerdo alcanzado en octubre entre la Comisión y Marruecos y reclama una revisión del marco de relaciones comerciales que tenga en cuenta la sostenibilidad económica, laboral y medioambiental de los productores comunitarios. La federación trasladó estas demandas en una mesa redonda organizada en la sede del Parlamento Europeo, en la que también intervinieron representantes de organizaciones agrarias y responsables políticos, centrada en el impacto del Acuerdo de Asociación UE-Marruecos sobre la competencia en el mercado hortofrutícola europeo.
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