Los contratos lácteos actuales entre ganaderos y compradores (tanto privados como cooperativas) no han resultado eficaces para mantener el equilibrio de mercado, aún cuando haya habido voluntad en ajustar la oferta a la demanda, según la opinión del Consejo General de Alimentación, dependiente del Ministerio de Agricultura francés . El equilibrio del mercado francés depende del equilibrio del mercado internacional y desde la desaparición de las cuotas lácteas, los países del norte de la UE, donde los principales transformadores son cooperativas dinámicas y expansionistas, no han hecho otra cosa que aumentar su producción. El lácteo es un mercado muy sensible a desequilibrios aún con pequeñas diferencias entre oferta y demanda.

Dado que los contrato lácteos actuales no funcionan, el CGAAER propone la formulación de nuevos contratos, a los que ha llamado contratos lácteos de segunda generación. Una de las novedades de este contrato sería que las dos partes contratantes tienen que compartir el riesgo ligado a la volatilidad de los mercados internacionales y se tiene que tener en cuenta los costes de producción. Por tanto, una opción podría ser la introducción de un doble precio A y B.

Otra de las cuestiones a tener en cuenta en los contratos de segunda generación sería que la fórmula de cálculo de precio básico tiene que evolucionar para poder incluir de manera efectiva el índice de los precios de los Productos de Gran Consumo (PGC). Esta crisis ha demostrado que los precios al ganadero pueden caer a un nivel ruinoso sin que los precios de los PGC se vean afectados. El objetivo es que el valor de la leche tiene que tener un peso importante en el valor final del producto.

Otra consideración de los nuevos contratos sería la duración. Se tendría que ir a contratos largos, en los que el transformador, que tiene una posición intermedia entre productores y distribución pueda tener garantizada la salida de su producción y repercutir este beneficio hacia el primer eslabón de la cadena.

La CGAAER pide al gobierno francés que consiga movilizar a suficientes estados miembros para que se pueda crear un Grupo de Alto Nivel dedicado exclusivamente a la volatilidad del precio de la leche.