La normativa española establece que es obligatorio suscribir un contrato en el suministro de la leche cruda, si bien, esta obligación no se cumple al 100%. A 31 de diciembre pasado, había 15.813 contratos registrados, lo que supone un aumento en 305 contratos en comparación con diciembre de 2013 pero 4.772 contractos por debajo de la cifra record alcanzada en marzo de 2014, de 20.585, según la información recogida en la base de datos de GECOLE.

Del total de contratos suscritos, 15.492 corresponden a suministradores que son ganaderos (así lo han comunicado en el proceso de registro de contrato) y 321 a contratos firmados con otros suministradores. Teniendo en cuenta que hay 17.098 ganaderos en activo quiere decir que el 86% de los ganaderos en activo tienen contrato.

Del total de contratos, 6.463 se refieren a contratos firmados por cooperativas como receptoras de la leche (un 41% del total de los contratos). En diciembre de 2013, el porcentaje de contratos con cooperativas era superior 57%, aunque en términos absolutos la cifra se mantiene estable (6.394 contratos firmados con cooperativas en diciembre de 2013).

La leche bajo contrato ha supuesto en diciembre pasado, un volumen mensual de 641,.500 tn (cifra bastante similar a la de un año antes: 659.640 en diciembre 2013). Un 33% de este volumen corresponde a ventas a cooperativas.

La duración media de los contratos suscritos es de 6 meses (bastante similar a un año antes: 6,2 meses en diciembre 2013). Los receptores cooperativas registran una duración media de 8,7 meses mientras que los no cooperativos de 4,1 meses.

Según la modalidad de precio, se observan diferencias entre contratos con cooperativas y no cooperativas. En contratos con cooperativas, el 80% son con precio fijo y el 20% con precio variable. En contratos con no cooperativas, el 90,8% eran a precio fijo y el 8,7% a precio variable.

El porcentaje de contratos con incidencias se eleva a 25,5%.