El Tribunal de Cuentas de la UE ha detectado ciertas debilidades y deficiencias en la implementación de los programas Leader por parte de los Grupos de Acción Local (GAL), por lo que ha recomendado a la Comisión Europea y a los Estados miembro que clarifiquen y refuercen los requerimientos para reducir los riesgos de pesos muertos, es decir, de situaciones en las que el proyecto subsidiado podría haberse llevado a cabo, total o parcialmente, sin ayuda, y aseguren que se establece un proceso de selección de proyectos, que sea objetivo y bien documentado.

Para lo que queda del período 2007/13, la Comisión debería asegurar que los Estados miembro requieren a los GAL que se establezcan objetivos medibles, específicos de su área local y que puedan conseguirse con el programa Leader. A su vez, los Estados miembro deberían requerir a los GAL que cuantifiquen el grado en el que se cumplen objetivos estratégicos y de valor añadido y que establezcan la eficiencia de las ayudas y de los costes operativos.

En el informe emitido por el Tribunal de Cuentas se señala que los GAL han limitado el valor de añadido potencial de estos programas y que no han centrado sus esfuerzos en conseguir que las estrategias locales fueran el corazón de estos programas.

El Tribunal también ha encontrado cierta debilidad en la gestión financiera llevada a cabo por los GAL. Los procedimientos no han sido siempre transparentes ni las decisiones se han tomado siempre con bases objetivas, según recoge el informe. Además, la Comisión y los Estados miembro no han tomado suficientes acciones para limitar costes y riesgos, no han sabido evaluar el valor añadido generado por la implementación del programa Leader ni han evaluado los costes y riegos adicionales que se han generado.