Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha trasladado al Ministerio de Agricultura (MAPA) la crítica situación que atraviesa el sector de ovino y caprino de leche, marcada por la caída de la producción y unos precios que no cubren los costes. La organización ha reclamado medidas urgentes en el marco de una reunión sectorial celebrada con la Dirección General de Producciones y Mercados Agrarios.

Según los últimos datos oficiales correspondientes al mes de mayo, la producción de leche de cabra ha descendido un 7,5 % y la de oveja un 5,5 % respecto al mismo periodo de 2024. Pese a ello, los precios percibidos por los ganaderos siguen cayendo. En mayo, el litro de leche de cabra se pagó a 0,91€ y el de leche de oveja a 1,19€, muy por debajo de los costes estimados por la organización, que oscilan entre 1,40€ y 1,50€/l. Esta diferencia está generando pérdidas sistemáticas en las explotaciones.

Respecto a los precios interanuales, la leche de oveja acumula un descenso del 21,5 %, mientras que los costes apenas se han reducido, lo que ha colocado a numerosas ganaderías en una situación límite.

Además del deterioro económico, Unión de Uniones denuncia el cierre de explotaciones y la imposibilidad de garantizar un relevo generacional. En el último año han cesado su actividad 373 granjas de cabra y 255 de oveja, reduciendo el censo nacional a 3.676 y 2.618 explotaciones, respectivamente. El impacto es especialmente grave en zonas rurales despobladas y desfavorecidas.

Durante la reunión, la organización ha pedido al MAPA una revisión urgente de los estudios oficiales de costes de producción, la mejora normativa en transparencia de declaraciones de leche y una mayor implicación del Estado para coordinar con las comunidades autónomas acciones que refuercen el futuro del sector.

Unión de Uniones ha subrayado que el abandono de granjas está siendo acelerado por la presión de precios del sector transformador y ha reclamado contratos con precios justos y estables que permitan la profesionalización y modernización de las explotaciones. A su juicio, sin acciones inmediatas y coordinadas, la situación puede derivar en una pérdida estructural del tejido ganadero lechero en amplias zonas del país.