En septiembre, el Presidente ruso Vladimir Putin aprobó una movilización parcial de reservistas para proteger territorios ocupados por el Ejército ruso en Ucrania. Se trata de la primera movilización desde la Segunda Guerra Mundial.

En el decreto que regula dicha movilización, hay varios grupos de trabajadores a los que se les ha otorgado un aplazamiento de la movilización, como son especialistas en tecnología de la información, marineros y empleados de empresas de la industria de defensa. Por el contrario, agricultores y ganaderos no se han visto favorecidos con ningún aplazamiento, aún en el caso de que no tengan sustituto con quien dejar la explotación. Por tanto, en el caso de ser llamados a filas, tendrían que dejar morir de hambre a los animales o sacrificarlos de urgencia, ya que no se ha pensado en ninguna alternativa.

Por su parte, la sectorial que representa a la industria láctea rusa ha pedido al gobierno que muchos de sus trabajadores sean considerados esenciales y no sean llamados a la reserva. Opinan que esta movilización pondría en riesgo a un sector esencial y de gran importancia social. Han elaborado una lista de categorías laborales que deberían estar eximidas de la movilización como son: jefes de empresas, ingenieros de producción de alimentos, administradores de sistemas, ingenieros en electrónica, soldadores eléctricos entre otros.