A finales de la semana pasada, el precio del trigo ruso con un 12,5% de proteína subió 3 dólares hasta los 301 dólares/t FOB según la consultora SovEcon. Este es el nivel de precios más alto desde abril de 2014.

Gran parte de la cosecha rusa se ha visto afectada por un clima seco y caluroso, por lo que, tanto SovEcon como el Departamento de Agricultura de EEUU (USDA) han recortado sus estimaciones de cosecha. En junio, SovEcon la estimaba en 84,6 Mt y a finales de agosto redujo esta cifra a 75,4 Mt. Las cifras estimadas por el USDA fueron 86 Mt y 72,5 Mt, respectivamente.

Además, de una menor estimación de cosecha, también ha favorecido a la subida de los precios del trigo que se ha fortalecido los precios del rublo, que se han disparado desde mediados de julio.

En Francia, luces y sombras

Con una cosecha estimada en Francia de menos de 36 Mt de trigo blando pero con una calidad de grano muy heterogénea, la sectorial triguera francesa hace una valoración mixta de la cosecha de 2021, frente a la administración que valora la campaña como positiva.

La cosecha de 2021 es un 23% más alta que la de 2020, lo que da un respiro al agricultor, tras 8 años de escasez. También es un gran alivio, la subida de los precios durante las últimas semanas. Si los precios se mantienen en este nivel, la renta anual antes de impuestos y después de las cotizaciones sociales podría rondar el equivalente a 2 salarios mínimos según señalan desde la sectorial.

Sin embargo, en este panorama luminoso, también hay sombras. El aumento de costes (+ 25% en fertilizantes y + 35% en combustibles) va a impactar en los márgenes de la próxima campaña. Además,  con la Estrategia de la granja a la mesa se va a traducir una caída de la producción del 13% hasta 2030 (según el propio estudio de impacto de la Comisión Europea), lo que es totalmente inaceptable para los agricultores franceses.