Debo reconocer que las declaraciones del Ministro de Consumo, Alberto Garzón, casi me han cogido en los montes, con mi ordenador de madera guiando al ganado en la transtermitancia, una costumbre que tenemos en nuestras explotaciones de llevar al ganado desde las zonas bajas de los valles hasta los pastos más frescos en los puertos de montaña durante la temporada estival.
Quizás sea por el viento fresco que se respira en esta zona que veo claramente que el Señor Ministro necesita unas vacaciones. La gravedad de lo que ha comentado no reside en abrir un debate sobre nuestro sistema ganadero, la huella ambiental o recomendar pautas de consumo, sino en mezclar todos estos temas de forma desordenada, haciendo demagogia y señalando a los ganaderos y ganaderas como los causantes de los grandes males que azotan al universo, obviando claro está, otros sectores e intereses económicos.
Mire, para hablar de un modelo sostenible de ganadería no tiene más que venir a mi explotación. Verá cómo cuidamos a los animales, cómo les damos todo el cariño para que se alimenten de la forma más natural y adecuada, procurando en todo momento su bienestar y por supuesto tratando de que sea rentable la actividad para seguir viviendo como me gusta, en el medio rural.
Por cierto, de su Ministerio depende garantizar que los productos de terceros países cumplan la misma legislación que debemos cumplir nosotros aquí, lo cual no veo que hagan y eso sí que supone una dificultad para nuestro modelo de vida por ser una competencia desleal y a veces hasta fraudulenta con los consumidores. Además, tampoco se ha parado a pensar en el daño que ha hecho a nuestras familias, incitando a los ciudadanos a no consumir la carne que produzco, porque no se ha preocupado en emitir un mensaje ordenado y responsable sobre un consumo consciente que busque la calidad, la sostenibilidad y de cercanía sino que ha hecho un frente común contra nuestra ganadería.
No voy a entrar en datos sobre emisiones, huella de carbono, ya se encargarán otras entidades con perfecto conocimiento de estos temas de responderle debidamente (yo solo sé que durante la pandemia no paramos de trabajar y en ese periodo las emisiones retrocedieron significativamente) pero me indigna que un representante público se haya prestado a ser nuestro enemigo, menospreciando nuestra profesión y considerando nuestra carne como perjudicial para la salud. Dese una vuelta por favor por nuestros valles y compruebe cómo trabajamos y las dificultades que pasamos, consuma carne, la misma que llevamos siglos produciendo y que nos ha hecho alcanzar un nivel de vida y de salud en España envidiable a cuenta de que forma parte de la famosa y beneficiosa dieta mediterránea.
No se da cuenta que cada día nos cuesta más seguir adelante por la falta de precios dignos, por el aumento del coste de los piensos, por la dureza de la vida que hemos elegido, para que encima un representante de la Administración haga bandera de una polémica gratuita para demostrar ante los suyos que hace algo en los 2 años que lleva en el Gobierno.
Sr Ministro, por último, a este paso no nos despoblamos, nos exterminan. Un saludo desde el Pirineo Navarro.
Qué puede usted esperar de un comunista, mire lo que sucede en Cuba o Venezuela, entre otros países.
Toda la razón. Cuando los productos que importamos cumplan todo lo que dicen que hay que cumplir aquí, igual se arman de razones
No puedo estar más de acuerdo con Gonzalo, cuando una producción está integrada, es respetuosa y contribuye al mantenimiento del medio y a fijar población en el medio rural. ¿Cómo quieren que viva gente en el medio rural si se critica la actividad económica que llevan a cabo y se denosta su producto?. Luego quieren los bosques cuidados y limpios, los campos perfectos y cuidados, los pueblos llenos…
Totalmente de acuerdo con este artículo. Ahí está la cuestión, que se exija a los productos importados de otros países exactamente los mismos requisitos que a los productos agrarios europeos.
Por otra parte que se puede esperar de un Ministro que el mismo se declara COMUNISTA, y pone como modelo de consumo a Cuba. No sé a qué consumo se refiere en Cuba, porque apenas se consume, la gente está muerta de hambre.
Totalmente de acuerdo con Gonzalo y con el resto de comentarios desde el Valle de Benasque en el Pirineo de Huesca.
Efectivamente cada día cuesta mas esfuerzo seguir adelante : Precios de los terneros de hace 30 años y a la baja en estos dos últimos, precio del pienso y del gasóleo un 30% mas alto que el año pasado, normativas y burocracia en aumento que nos están asfixiando… en fin.
Solo falta la tergiversación intencionada de datos del Ministro para echarnos a la opinión pública encima y que consuman menos carne…
Ya es el colmo que un cargo público en vez de apoyar a este sector ganadero estratégico, sacrificado y ancestral pero en progresiva extinción lo vapulee, menosprecie y le cause un daño irreparable.
Animo y a seguir peleando…
Animo
Todo mi apoyo a este ganadero Navarro y mi más sincero pésame, a Garzón, porque espero se haya cabado su propia tumba política. Agur