Esta es la pregunta que se hace el Tribunal de Cuentas Europeo. Dado que los agricultores son los principales consumidores de agua dulce, el Tribunal quiere evaluar el impacto de la política agrícola de la UE en la utilización sostenible del agua.

La auditoría, que se ha iniciado recientemente, será útil a medida que
la UE avance en su reforma de la política agrícola común. Se prevé que concluya en la segunda mitad de 2021.

El Tribunal recuerda que el agua dulce es uno de nuestros recursos más valiosos pero que la doble presión de la actividad económica y del cambio climático provocan una escasez de agua cada vez mayor en toda Europa.

La agricultura, en particular, tiene una repercusión importante en esta cuestión. Al menos, una cuarta parte del total de agua dulce extraída en la UE se utiliza en las tierras agrícolas. La actividad agrícola no solo afecta a la cantidad y disponibilidad de los recursos de agua dulce, sino también a su calidad, por ejemplo, a través de la contaminación producida por fertilizantes y plaguicidas, señala el Tribunal.

La política agrícola común (PAC) desempeña un papel importante en la sostenibilidad del agua. Ofrece instrumentos que pueden contribuir a reducir las presiones en los recursos hídricos, pero también puede, por ejemplo, financiar infraestructuras de riego.

La auditoría del Tribunal evaluará el impacto de la PAC en el uso sostenible del agua, con el fin de contribuir a la futura reforma. Los auditores evaluarán si las políticas de la UE fomentan el uso sostenible de agua en la agricultura. En particular, examinarán si:

• La Comisión Europea ha introducido los principios de uso sostenible del agua en las normas de la PAC;
• Los Estados miembros aplican dichos principios e incentivan el uso sostenible del agua en la agricultura.

Hace tres semanas, la Comisión Europea decidió no revisar la Directiva marco sobre el agua, que exige a los Estados miembros garantizar que todas las masas de agua estén en «buen estado» de aquí a 2027.