La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial en calidad de  investigados a dos vecinos Salobreña, dos hombres de 40 y 34 años de edad respectivamente, con antecedentes policiales, como presuntos autores de dos delitos de robo de mangos en sendas fincas de ese término municipal.

Los equipos Roca de la Guardia Civil en sus pesquisas cuentan con el apoyo de los guardas de rurales. Estos últimos aportan datos a los investigadores que resultan fundamentales para descubrir a los responsables de los robos en el campo, como ha ocurrido en la investigación de estos dos robos en Salobreña, en los que los ahora investigados presuntamente sustrajeron 600 kilos de mangos de la variedad “osteen”, 400 kilos en una finca del paraje de Matagallares y 200 en otra colindante.

Los hechos ocurrieron durante la madrugada del pasado día 25 de agosto. El propietario de una plantación de mangos denunció en el acuartelamiento de la  Guardia Civil de Salobreña que le habían sustraído el fruto de 20 árboles, unos 400 kilos; y su vecino denunció que a él le habían sustraído unos 200 kilos de mangos cuando el guarda de campo sorprendió a un individuo y abortó el robo.

El equipo Roca de la Guardia Civil de Motril se hizo cargo de la investigación de estos dos robos. Los agentes se entrevistaron con el guarda de campo y este les puso sobre la pista de una furgoneta. Al investigar el vehículo la Guardia Civil ha descubierto a los dos presuntos ladrones, uno de los cuales fue el mismo individuo al que sorprendió el guarda de campo en una de la dos fincas asaltadas.

La Guardia Civil recomienda a los agricultores

Que informen por el medio más rápido a su alcance de cualquier robo o hurto, así como de la presencia de personas o vehículos que por su actitud puedan resultar sospechosos.

Que convenzan a sus trabajadores para que transmitan a la Guardia Civil cualquier información, indicio o sospecha que se posea.

Que mantengan contacto con las asociaciones agrarias para asesorarse sobre novedades en materia de seguridad y autoprotección.

Y que comuniquen lo más rápido posible cualquier actividad sospechosa o riesgo que detecten.