Entre 2016 y 2017 se observa una gran estabilidad en la superficie agraria total, en torno a las 50,59 millones de hectáreas. No obstante, enn 2017 ha disminuido la superficie de cereales y más ligeramente la de los cultivos forrajeros mientras que la de leguminosas y tubérculos de consumo humano aumentan notablemente, así como la de cultivos industriales y hortalizas, pero en mucha menor medida. En los cultivos leñosos se aprecian incrementos de superficie en olivar, viñedo y sobre todo en los frutales no cítricos por la expansión que ha experimentado el almendro, por el contrario,
los frutales cítricos ven reducida ligeramente su superficie.

Estos son algunos resultados de la La Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos (ESYRCE) del año 2017, que se ha realizado en todo el territorio nacional entre los meses de mayo y agosto de 2017, mediante observación directa, por técnicos especialistas, de las parcelas que conforman la muestra de la misma.

La superficie de cereales se ha reducido en un 1,83% . El trigo, tanto duro como blando disminuyen en contraposición del aumento de las dos variedades de cebada. Maíz y sorgo sufren también descensos, el maíz en mayor medida. La avena, siguiendo la tendencia de años anteriores, sigue aumentando su superficie, más de un 7% en este año.

Las leguminosas grano incrementan su superficie un 14,68% respecto a la del año anterior. Veza, garbanzos, yeros y lentejas son los responsables de este incremento. Altramuz y algarrobas experimentan una notable reducción.

En los cultivos industriales la superficie desciende un 2,79%. El cultivo con mayor superficie, el girasol, disminuye un 4,49%. Algodón, tabaco y tomate de industria también reducen sus superficies mientras
que son la remolacha azucarera y colza los que más significativamente la aumentan.

En el grupo de las plantas forrajeras, la superficie total aumenta un 2,50% destacando los cereales con destino forrajero que lo hacen en un 13,43%. La veza es el cultivo que más desciende con un 18,12% y en menor medida lo hacen maíz forrajero y alfalfa. Praderas polifitas y otros cultivos para forraje mantienen su superficie.

El grupo de hortalizas y flores experimenta un incremento de superficie del 7,18% impulsado fundamentalmente por el ajo que aumenta notablemente su superficie un 28,60%, la sandía con un 17,67%, melón con un 11,57% y más ligeramente tomate y cebolla.

Las tierras de cultivo en barbecho manifiestan una ligera tendencia al alza incrementando su extensión en su conjunto en un 0,48%.

La superficie de frutales cítricos y de viñedo disminuye un 0,84% y 0,08% respectivamente, mientras que la de
olivar aumenta un 1,75% y la de frutales no cítricos lo hace en un 9,34%, gracias al incremento en un 12% de la superficie de almendro.