La Confederación Europea de Cultivadores de Remolacha (CIBE) se ha reunido recientemente en el Reino Unido en su asamblea anual, donde han constatado que la superficie sembrada de remolacha en la campaña 2017/18 se ha incrementado en un 17% con respecto a la campaña precedente, como consecuencia de la desaparición de las cuotas de azúcar. Según CIBE, esta desregulación del sector va a traer como consecuencia, la modificación de la posición de los agricultores en la cadena productiva, además, de más competencia, más riesgos de mercado y precios más bajos y volátiles.

Por este motivo, los remolacheros europeos piden que la nueva PAC proporciones transparencia de mercado, herramientas de gestión de riesgo y contra la volatilidad del mercado y mecanismo de contractualización.

Además, CIBE ha señalado otras amenazas que tiene el sector como posibles concesiones de acceso al mercado comunitario por parte de terceros países como México o Mercosur, la eliminación del azúcar de remolacha en la producción de etanol o la propuesta de prohibir los neonicotinoides en remolacha, que es cultivo que no sube a flor y que por tanto, no atrae a las abejas.