En la reunión informal del Consejo de Ministros de Agricultura de la UE, Francia presentó un documento con su posición en relación con la PAC después de 2020. Una de las propuestas que incluye el documento es una medida que el gobierno francés ha llamado «ahorros obligatorios preventivos». Consistiría en que los agricultores tendrían la obligación de ahorrar parte de sus ayudas directas en las épocas de bonanza para de esta forma disponer de liquidez en los momentos de crisis.

La aplicación de esta medida sustituiría a la reserva de crisis y daría a la PAC un aspecto contra-cíclico sin minar el principio de anualidad presupuestaria.

Estos ahorros podrían destinarse a problemas de variada naturaleza y podrían servir para dar liquidez a los productores mientras reciben otros pagos de compensación, que toman más tiempo en abonarse, como seguros de cosecha, fondos mutuales, medidas de estabilización de rentas, etc.

La administración francesa propone que la parte de las ayudas que se destine a los ahorros debería ingresarse en una cuenta bloqueada por una duración definida y disponible para su uso en el caso de crisis. Incluso se propone que estos fondos se podrían usar en otras circunstancias, pero con una penalización. Además, estos ahorros obligatorios se podrían suplementar con ahorros voluntarios, hechos por los propios productores.