Según el diario británico The Guardian, EEUU solicitará compensaciones a la Unión Europea por valor de 1.800 millones de dólares por los perjuicios derivados de la llamada “moratoria de facto” sobre nuevas variedades obtenidas mediante ingeniería genética.

EEUU, Argentina y Canadá solicitaron formalmente a la OMC el pasado 18 de agosto. La petición de este Panel sucedió tras la celebración sin llegar a acuerdos de consultas entre las partes.

Para la UE este litigio es innecesario, toda vez que la UE ya ha aprobado las normas de etiquetado y trazabilidad de los OMG y el levantamiento de la moratoria era en aquel entonces inminente. El pleito se basa en la ausencia de base científica alguna que justifique la moratoria, que para EEUU ha supuesto en la práctica una barrera comercial por la que ha sufrido perjuicios.

La llamada “moratoria de facto” es el bloqueo de caracter político sobre la aprobación de nuevos eventos OMG que la UE mantiene desde 1988. Se llama “de facto” porque se trata de un hecho administrativo que carece de base legal. La misma Comsión Europea ha señalado en ocasiones la ilegalidad de este hecho.

El principal prejuicio directo para EEUU de esta moratoria es el desvío que se ha producido en los últimos años en cuanto al origen de las importaciones de maíz en régimen preferencial, que tienen como principal destino España y Portugal. Las importaciones de maíz de EEUU no son deseadas por los operadores debido a que en ese país se cultivan variedades de OMG aún no autorizados en la UE que podrían causar problemas, y que comprar maíz certificado libre de estos OMG encarece el precio de forma notable. Debido a esto, desde hace años prácticamente todo el maíz preferencial que se importa en la UE procede de Argentina, que no es que esté libre de transgénicos, ya que también en Argentina se cultiva maíz OMG, sino que los OMG concretos autorizados en Argentina son los mismos que están aprobados en la UE antes de la moratoria y que cultivan también en España.