La Unión Europea ha salido al paso sobre las especulaciones de una eventual disminución de los aranceles para la importación de cereales dentro de los contingentes de trigo, indicando que no existen planes para reducir o eliminar esos aranceles.

Lo que sí se decidió en un Comité de Gestión del mes pasado es traspasar las cantidades no utilizadas del contingente de trigo de calidad media y baja de otros países distintos de EEUU y Canadá, a que se pueda utilizar con trigo forrajero procedente de estos dos países.

Los contingentes para el trigo forrajero (de calidad media y baja) se implantaron el año pasado como una medida de protección contra las masivas importaciones procedentes de Rusia y Ucrania que realizaban entonces por parte de los países del sur de Europa. El contingente total es de 2,9 millones de Tm, del cual 572.000 Tm están reservadas para EEUU y 38.000 para Canadá, siendo el resto para “otros países” que en condiciones normales estaría copado por Rusia y Ucrania. A estas fechas aun quedan sin importar 1,4 millones de Tm del contingente total.

En esta campaña la situación es muy diferente de la que se preveía en el momento de implantar los contingentes; la cosecha ha sido mucho peor en Rusia y Ucrania, hasta el punto de que Ucrania es ahora importadora neta. Los precios en la UE están muy altos, pero también en el mercado mundial. Además han subido considerablemente los costes de los fletes por lo que se hace aun más difícil traer cereal de fuera. Por todas estas causas es por lo que se especula con la posibilidad de un abatimiento de los aranceles comunitarios.

La Asociación de Productores de Trigo (AGPB) de Francia ha salido al paso rechazando cualquier modificación del actual status quo respecto a las importaciones de cereal y reiterando su petición de que lo que se debe hacer es agilizar la salida de los stocks de intervención dando ayudas al transporte de los mismos desde donde se encuentran (principalmente centeno en Alemania) hacia las zonas deficitarias, principalmente el sur de Europa.