La organización UPA muestra su rechazo más absoluto al nuevo sistema que quiere establecer la Consejería de Agricultura en lo referente tanto a las ayudas destinadas a las organizaciones profesionales agrarias como a las partidas destinadas a la formación agraria.

Sólo cabe la explicación de que la Administración regional quiera romper con un sistema basado en la representatividad conseguida en las elecciones agrarias para llanamente favorecer a una organización agraria y posibilitando arbitrariedades al consejero.

UPA considera que la actuación de la Consejería de Agricultura en esta materia debe circunscribirse a destinar las ayudas y partidas económicas correspondientes a formación a aquellas organizaciones con implantación regional y que tengan un ámbito de actuación en las nueve provincias de Castilla y León.

UPA califica como un grave precedente e incoherencia que desde la Administración regional se pase por alto lo que han representado las elecciones a Cámaras Agrarias en cuanto a representatividad de las organizaciones profesionales agrarias se refiere, y en consecuencia quiera establecer dudosos criterios de interlocución y arbitrarios repartos de responsabilidad y subvención.

Contra esto UPA plantea un reparto paritario de ayudas entre organizaciones con implantación regional en las nueve provincias castellanoleonesas.