27 Mayo de 2005. La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) exige al Gobierno español que reclame al Ejecutivo francés que adopte de forma inmediata medidas que garanticen el libre tránsito de mercancías en su territorio tras los actos vandálicos que agricultores de aquel país protagonizaron el pasado martes cuando interceptaron camiones españoles de frutas y hortalizas, les dieron el alto, y volcaron y quemaron su mercancía.

Según ha podido saber ASAJA, algunas de las empresas afectadas han contactado ya con los letrados que llevaron el caso por el que fue condenada precisamente la República Francesa el 9 de diciembre de 1997 por no haber adoptado las medidas suficientes para garantizar el libre tránsito de mercancías por su país. Cabe recordar que aquella fue la primera vez que desde una instancia comunitaria se emitió jurisprudencia al respecto.

ASAJA considera “absolutamente lamentable” que el Gobierno francés, socio del actual Gobierno español en la UE, haya tolerado y permitido que este tipo de actos se llevase a cabo, puesto que no fueron hechos aislados ya que los productores franceses llegaron a parar e interceptar la carga de hasta 20 camiones.
Los ataques a camiones españoles se iniciaron hace más 15 años (adjuntamos información en el cuadro adjunto), y cesaron cuando tanto las organizaciones agrarias, económicas, sindicales y Administraciones de ambos países, constituyeron el 18 de diciembre de 1997 el Comité Hispano Francés de Frutas y Hortalizas.

Sin embargo, y a pesar de que este organismo se ha venido reuniendo periódicamente para analizar el funcionamiento del sector, la modificación de la OCM, y los problemas concretos de mercado de algunos productos, deberá, durante su próximo encuentro, condenar y perseguir este lamentable suceso que el sector ya situaba en el pasado.

ASAJA considera intolerable esta vulneración contra el mercado único e insta, asimismo, a la Comisión Europea a que condene esta agresión cuya finalidad es apartar la producción española de los mercados.

En la foto, una agresión cerca de Marsella el 2 de julio de 1997.