La organización agraria ASAJA de León, que se ha reunido en la Subdelegación del Gobierno para planificar las campañas agrícolas en las que se necesita mano de obra inmigrante, ha pedido al Subdelegado, Francisco Álvarez, que traslade al Gobierno la conveniencia de no aplicar moratoria alguna a la entrada de trabajadores, a partir del 1 de enero, de los países de Rumanía y Bulgaria, que se incorporan de pleno derecho a la Unión Europea.

ASAJA considera que nuestro país está en condiciones de poder absorber, sin distorsionar el mercado laboral, toda la mano de obra que pueda venir de estos países, y que lejos de ser un problema, será una solución para sectores como el agropecuario para el que no se encuentra actualmente gente que quiera trabajar.

El sector agrario lleva años cubriendo sus necesidades de mano de obra con trabajadores inmigrantes, unos trabajadores que suelen encontrar en la agricultura la puerta de entrada en nuestro mercado laboral, pero que lo abandonan lo antes que pueden, motivado la mayoría de las veces más que por una cuestión laboral, por un cambio de la vida rural por la urbana.

Las explotaciones ganaderas, que se han reducido en número y paralelamente han crecido en tamaño, requieren mano de obra asalariada de apoyo a la que aporta la unidad familiar, mano de obra que por otra requiere una especial cualificación que en raras ocasiones se tiene. En el sector agrario, la necesidad de mano de obra está más vinculada a trabajos de campaña, particularmente en producciones como el viñedo, los frutales o la agricultura de huerta.

León, 5 de diciembre de 2006.