Las gallinas prefieren tener sexo por las mañanas, para evitar el acoso sexual en grupos de aves dominados por machos. A esta conclusión ha llegado un estudio realizado por unos investigadores de la Universidad de Estocolmo (Suecia) y la Universidad de Oxford (Reino Unido) y que ha sido publicado en American Naturalist.

En el reino animal, los machos, más que las hembras, pueden incrementar su éxito reproductivo siendo promiscuos. Los machos inician el 90% de los intentos de copulación. La mayor parte se producen al atardecer, una vez que las gallinas han puesto sus huevos y son más fértiles. En grupos dominados por las hembras, las gallinas también están interesadas en el sexo por la tarde. Sin embargo, en grupos dominados por machos, prefieren el sexo por las mañanas, según el estudio.

Las hembras están más expuestas al acoso sexual en los grupos dominados por machos. Iniciando el sexo por la mañana, cuando los machos están menos amorosos y mas preocupados de comer, las gallinas pueden evitar el intenso acoso sexual en los atardeceres.