Una nota interna de Naciones Unidas alerta contra la actual situación de altos precios de los alimentos y frente a posibles nuevas crisis alimentarias que la comunidad internacional podría ser incapaz de afrontar; recomendando poner en marcha planes de urgencia específicos para responder a las necesidades de las poblaciones urbanas, que hasta ahora habían sido poco afectadas por el hambre y la desnutrición.

Para la ONU la actual situación de precios altos de los alimentos y la energía, que no parece ser pasajera, sino estructural; amenaza la seguridad alimentaria de millones de personas y no se dispondrá de medios para suministrar ayuda, ya que las agencias internacionales recibirán menos donaciones en especie y deberán gastar más dinero para comprar lo mismo. El informe señala el hecho de que coincida la situación de precios récord con cosechas récord, lo que es una fuerte señal que los precios permanecerán altos de forma estable.

La ONU señala las “revueltas del hambre” que se ya se están produciendo en países como Egipto, Mauritania, México, Marruecos, Bolivia, Pakistán, indonesia y Malasia y la explosiva situación económica y social que se está fraguando en estos países por los altos precios de los alimentos.