Científicos de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) han estudiado que la utilización de raíces de achicoria en la alimentación de los cerdos reduce el sabor y olor sexual de la carne de cerdo, por lo que podría ser una buena alternativa a la castración. El azúcar inulina que se encuentra en la raíces de achicoria inhibe la formación de escatol, que es una de las sustancias que genera este olor y sabor sexual.

Los resultados de la investigación han mostrado que si se adiciona raíces de achicoria en la semana previa al sacrificio de los cerdos se reducen los problemas de sabor de la carne. Los resultados son aún mejores si la achicoria se proporciona a los cerdos durante las dos semanas anteriores al sacrificio. También se ha comprobado que la raíz de achicoria da muy buenos resultados reduciendo los parásitos intestinales en los cerdos que causan diarreas, particularmente la prevalencia de disentería porcina y de Lawsonia, para lo cual la raíz tiene que proporcionarse desde el destete al sacrificio.

Otro estudio llevado a cabo por la Universidad de Aarhus, en colaboración con la granja ecológica de investigación Rugballegaard y otras explotaciones ecológicas comerciales ha ido dirigido a un sacrificio temprano de los animales para no tener que castrarlos. Los animales machos no castrados se sacrificaron a un peso máximo de 45 kg, habiéndose criado en el exterior, bajo un sistema de producción ecológica. La carne no apreciaba olor ni sabor sexual, era de alta calidad gastronómica y provenía de animales criados con altos estándares de bienestar animal.

El principal problema de los animales sacrificados con tan poco peso es su sacrificio, dado que el tamaño de la canal no se adecua a la rutina actual de los mataderos. Los científicos que han realizado esta investigación consideran que una vez solventado este problema, este tipo de carne puede tener una gran demanda de mercado, a pesar de que el precio de la misma sea bastante más alto que el de la carne convencional.