Según estudio de la Universidad de Toronto, las personas con una determinada característica genética tienen más afinidad hacia el consumo de alimentos dulces. Las variaciones de este gen, denominado GLUT2 (glucose transporter type 2), que controla la entrada de azúcar en las células, podrían ser la causa de que unas personas tengan
más apetencia por los dulces que otras.

En el estudio se ha analizado el ADN de los participantes para determinar las variaciones del gen y se ha investigado sus hábitos alimentarios, encontrándose asociación entre estas variaciones y el consumo de alimentos azucarados en dos poblaciones distintas.

El conocimiento de este hecho y su determinación pueden tener gran importancia en el tratamiento de enfermedades como la obesidad o la diabetes.