La petrolera BP ha firmado un acuerdo con la empresa Martek Biosciences Corporation para avanzar en el desarrollo de una tecnología para la producción de biodiesel a partir de la fermentación de azúcares. Las dos empresas consideran que los azúcares pueden ser una alternativa económicamente rentable a las grasas vegetales. En la primera etapa de esta colaboración, BP aportará 10 millones de dólares.

El proceso para la transformación de azúcar a biodiesel consta de dos fases. Primero, los azúcares procedentes de biomasa (de caña de azucar, y de subproductos de la caña de azúcar) se transforman en lípidos (grasas) a través de un proceso de fermentación con microorganismos. En la segunda fase, los lípidos se convierten en moléculas de combustible a través de un proceso químico o termocatalítico.

La producción de biodiesel a partir de la fermentación de azúcares tiene la ventaja de que reduce la emisión de gases de efecto invernadero hasta en un 80-90% en relación con los combustibles fósiles tradicionales. Además, utilizan material primas sostenibles, de uso no alimentario y que pueden ser producidas con alto rendimiento.