Cooperativas Agro-alimentarias presentó ayer su previsión sobre la cosecha de cereales de invierno 2010 en España, que alcanzará los 15,2 millones de toneladas, lo que supone un incremento del 20% con respecto a los 12,6 millones de la cosecha 2009.

Las condiciones climatológicas adversas –lluvias y calor extremo- durante todo el ciclo vegetativo no han tenido un efecto muy negativo sobre la cosecha en la mayoría de las CCAA.

El incremento se ha producido en prácticamente todos los cereales, a excepción del trigo duro con una importante caída en superficie del 3% y en producción del 36,3%. La cebada continúa siendo el principal cereal producido en nuestro país con 8,3 millones de toneladas, el trigo blando con 4,5 millones de toneladas, la avena con un millón de toneladas y el centeno con 269.000 toneladas.

El presidente de la Sectorial de Cultivos Herbáceos de Cooperativas Agro-alimentarias, Lucas Ferreras, ha destacado la importancia de las cooperativas en la regulación del mercado, ya que ofrecen cereal a sus clientes a lo largo de los 12 meses de campaña, con regularidad y con todas las garantías de trazabilidad y seguridad alimentaria.

A este respecto ha señalado el importante convenio firmado entre Cooperativas Agro-alimentarias y el FEGA por el que se cede la Red Básica de Almacenamiento público, que permitirá a las cooperativas cerealistas asociadas almacenar hasta 637.420 toneladas de grano en los 98 silos y 14 macrosilos. Es un paso importante, ha añadido Ferreras, que permitirá a los agricultores obtener una mejor comercialización de sus productos a través de cooperativas. Nuestro objetivo es garantizar, con una mejora en los mecanismos de comercialización, una mayor rentabilidad de las explotaciones de cereales, y conseguir con este acuerdo una mejor relación coste/eficacia del cereal producido en España.

En cuanto a la campaña de comercialización, Lucas Ferreras ha destacado que es un reflejo de la situación actual, con un mercado libre entre oferta y demanda. Por eso ha destacado la importancia de regular la comercialización, dado que somos un país muy deficitario y no sirve de nada que los agricultores almacenen esperando mejores momentos.