Los consumidores de porcino no tienen la seguridad de la carne por su principal prioridad cuando compran carne de cerdo picada. Por el contrario, sus preferencias primordiales son que sea de producción doméstica y que sea de bajo contenido en grasa. Así lo ha puesto de manifiesto, una encuesta realizada entre 1.322 consumidores daneses.

En un segundo nivel de preferencias, los consumidores han señalado que la carne tenga un reducido riesgo de Salmonella, que se usen pocos agentes antimicrobianos y que proceda de cerdos que gocen de más bienestar animal.

La encuesta también ha puesto de manifiesto que el consumidor está dispuesto a pagar más, por atributos extra en la carne. Según el estudio, el incremento de precio para productos más seguros que estuvieran etiquetados para poder distinguirlos, podría conducir a una mayor oferta de este tipo de mercancías, si bien, la seguridad de los alimentos no debería dejarse enteramente a las fuerzas del mercado.

Los investigadores han identificado que la principal preocupación derivada de los resultados de la encuesta es que la inocuidad de los alimentos podría estar sobreestimada cuando no se valora en relación con una serie completa de otras características de calidad.