Michael Barnier, Comisario Europeo de Mercados Interiores ha transmitido al G-20 todo el apoyo de la Comisión Europea para una regulación más estricta del mercado de las materias primas. Reforzar la transparencia y la supervisión de los mercados derivados sobre las materias primas es la piedra angular para reforzar la seguridad alimentaria y luchas contra el hambre en el mundo. Así lo ha manifestado en la reunión que el viernes y el sábado pasado mantuvieron en París los Ministros de Economías y los Presidentes de los Bancos Centrales de los países del G-20.

Barnier también ha señalado en la clave para la realización de una regulación financiera tiene que ser europea y no nacional, lo que va en línea con el trabajo que quiere realizar el G-20, que está promovido por su actual presidente, Nicolás Sarkozy.

Las opiniones del Comisario siguen las directrices de la Comunicación de la Comisión Europea sobre los mercados de los productos básicos y de las materias primas, que fue presentada el pasado 2 de febrero. La Comunicación señala que hay que reforzar la integridad y transparencia de los mercados de derivados de productos básicos, mejorando la comprensión de las tendencias y de la interacción entre los mercados físicos y financieros de productos básicos.

En una versión preliminar del documento de la Comunicación de la Comisión, se indicaba que no había vinculación entre los mercados financieros y el precio de las materias primas agrarias, lo que provocó una dura reacción por parte del gobierno francés, el cual defiende exactamente lo contrario. Aunque el documento definitivo de la Comunicación ha cambiado de orientación en cuanto a los mercados financieros y las materias primas, sigue siendo muy comedido, ya que tampoco indica directamente que la especulación con las materias primas agrarias en los mercados a términos sea la causa de que se hayan disparado los precios de éstas como muchos defienden.