Las pipas de girasol son ricas en varios nutrientes que se asocian a la prevención de enfermedades cardiovasculares, como la vitamina E, el magnesio, o el selenio. Además son ricas en folatos, indispensable nutriente para las embarazadas, o en busca de un embarazo.

Los folatos son componentes de los alimentos que intervienen en la formación, desarrollo y maduración de glóbulos rojos, transportando oxígeno desde los pulmones hasta todas las células del organismo. Las necesidades diarias de folatos están muy relacionadas con el crecimiento corporal. Así, durante la gestación las necesidades son superiores con respecto a la mujer no gestante debido a un incremento del volumen de sangre y consecuentemente un aumento en la formación y maduración de glóbulos rojos.

La deficiencia de esta vitamina está ligada a retraso en el crecimiento y a defectos del tubo neural como espina bífida en la futura descendencia.

La Autoridad de Seguridad de los Alimentos de EEUU (FDA) recomienda que el consumo de esta vitamina sea de 400 microgramos al día. En 100 gr de pipas hay 237 microgramos de folatos, muy por encima del contenido en 100 gr de espinacas (90 microgr), coles de Bruselas (110 microgr) o judías pintas (210 microgr).