Las anunciadas restricciones a la importación en el mercado ruso de cerdos vivos procedente de Alemania para el 15 de noviembre, no solo se empezaron a aplicar, sino que además, el Servicio ruso de Inspección veterinaria y fitosanitaria (Rosselkhoznadzor) ha insistido en que no se levantarán hasta que en el Servicio de Inspección veterinaria de Alemania introduzca controles veterinarios que garanticen la seguridad de sus exportaciones.

Rosselkhoznadzor introdujo la restricción de la importación de cerdos alemanes alegando que los animales llegaban al mercado ruso con un elevado nivel de antibióticos. Según las autoridades rusas, los animales deberían dejar de recibir antibióticos 30 días antes de ser enviados a Rusia, pero en su opinión, no ocurre así.

No obstante, no hay ninguna restricción en relación con la exportación alemana de carne, lo que no deja de resultar contradictorio, en base a la alegación esgrimida para imponer la prohibición.