Pulsos cortos de corriente eléctrica de bajo voltaje, aplicados a las canales de vacuno, puede resultar un método eficaz para eliminar la bacteria patógena E. coli O157:H7 de la superficie de la carne, según un estudio de la Universidad Fort Valley de Georgia y de Virginia Tech. Los resultados de la investigación se han publicado en la revista Internacional Journal of Food Safety, Nutrition y Public Health.

En el estudio se tomaron muestras de 25 mm2 que se colocaron en una solución de cloruro de sodio, que actuaba como un electrolito. Se aplicó corriente eléctrica a la carne con frecuencias de 1,10 y 100 kHz y una intensidad de corriente de 300 mA (15 mA/cm2), 600 mA (30 mA/cm2), y 900 mA (45mA/cm2) durante 2 y 16 minutos.

Las mayores reducciones de colonias bacterianas se consiguieron con las mayores intensidades de corriente y las mayores duraciones del tratamiento. Aunque los investigadores consideran que la corriente eléctrica es la principal causa de reducción de contaminación bacteriana, opinan que hay otros factores que han podido ayudar. Por ejemplo, el gas cloro que se forma en los ánodos (especialmente con altas intensidades de corriente), así como la solución de cloruro sódico que funciona como electrolito, que tiene poder antibacteriano, especialmente cuando su temperatura se incrementa por encima de los 10ºC.