El proyecto definitivo de norma de calidad del ibérico que el Ministerio de Agricultura acaba de presentar ha recibido una valoración positiva por parte de la Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla y León. En rueda de prensa, la Viceconsejera de Desarrollo Rural, Mª Jesús Pascual, ha destacado que este último proyecto ha solucionado los dos puntos críticos que para Castilla y León tenía el anterior borrador.

Uno de estos puntos críticos era que la denominación comercial no podía incluir el porcentaje de factor racial como recogía el anterior borrador, ya que eso supondría un cambio en los nombres comerciales que se habían ido consolidando entre el consumidor en los últimos 50 años.

En el nuevo borrador, el porcentaje racial no se incluye dentro del nombre comercial, si bien tiene que incluirse en la etiqueta dentro del mismo campo visual que el nombre comercial, y con una letra que tiene que ser como mínimo la mitad del tamaño del nombre comercial y nunca inferior a 3 mm. Para la Junta de Castilla y León, esta solución propuesta aporta información adicional al consumidor, a lo que nunca se ha opuesto.

Otro de los puntos críticos del anterior borrador es que no contenía ningún período transitorio para que las explotaciones de cebo de adaptaran a la nueva norma. Las explotaciones tendrán que reducir la densidad ganadera en los últimos 45 días del cebo, proporcionando 2 m2 por animal en lugar del metro cuadrado actual. Esta medida supone reducir a la mitad la producción de cebo. El nuevo proyecto incluye un periodo transitorio de 3 años, si bien, no son los 10 años que demandaba el sector de Castilla y León, si es considerado un período suficiente para favorecer la adaptación de las explotaciones.

La Viceconsejera considera que con este nuevo texto se evita el gran perjuicio económico que el anterior borrador suponía para el sector de Castilla y León.