Un avicultor británico de Devon (Reino Unido) que cría 9.000 pollos al aire libre ha sido culpado, junto con su hijo, de daño medioambiental por generar una infestación de moscas. Les han impuesto una multa de 9.500 libras a cada uno de ellos.
En 2011 se les remitió un requerimiento para que controlaran las moscas, pero al parecer no lo hicieron y la población de moscas llegó a 6 millones de insectos. Las casas más próximas a la explotación se encontraban a tan solo 175m de distancia por lo que las habitaciones y las cocinas de las casas se llenaron de miles de moscas.
En su defensa, los avicultores alegaron que no hicieron nada cuando les llegó la notificación porque las aves estaban a mitad de ciclo y pensaban que las medidas limpieza necesarias podrían afectar a la sanidad y bienestar animal.
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