Hoy los europarlamentarios debatirán el informe “El futuro de las pequeñas explotaciones agrícolas” que ha sido elaborado por la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo y cuyo ponente es Czeslaw Adam Siekierski.
El informe considera que las pequeñas explotaciones no han recibido un trato justo en el marco de la actual política agrícola común (PAC). Se congratula por la creación del mecanismo de ayuda para pequeños agricultores en el primer pilar de la PAC y por la simplificación del régimen para este tipo de productores, pero hace hincapié en que estas medidas son claramente insuficientes.

Por un lado, la ayuda a los pequeños productores es de carácter voluntario. Por otro, los pagos de la PAC no favorecen a las pequeñas explotaciones, porque se basan en la superficie y los valores de producción históricos (sin tener en cuenta el nivel de empleo y de ingresos). Además, las pequeñas explotaciones tienen dificultad en cumplir los requisitos mínimos relativos a la admisibilidad en el segundo pilar. Las grandes diferencias entre las subvenciones agrícolas de los distintos Estados miembros, en detrimentos de los nuevos Estados, es otro factor que perjudica a las pequeñas explotaciones, que son mucho más numerosas en la UE-12 que en la UE-15.

El informe insta a los Estados miembros y a la Comisión a que adopten medidas adecuadas en el marco de la nueva PAC. Opina que las pequeñas explotaciones agrícolas de las zonas montañosas, las regiones desfavorecidas y las regiones ultraperiféricas deben poder beneficiarse de ayudas asociadas, por ejemplo para la cría de ganado, si también cumplen funciones medioambientales específicas. Además, considera que la problemática de las pequeñas explotaciones tendría que incluirse en otras políticas de la Unión, como la política de cohesión.

También propone que de cara a más allá de 2020, se regule teniendo más en cuenta las necesidades específicas de las pequeñas explotaciones agrícolas familiares.

Asimismo, entre otras medidas, apoya que se incremente la venta directa, como la venta de productos tradicionales, en los mercados locales y regionales y a que en las pequeñas explotaciones se desarrolle una forma de elaboración sostenible y responsable y que exista un sistema de control proporcionado.

Este informe será votado mañana martes en el Pleno del PE.