La Comisión Europea ha constatado que la empresa Bonduelle, junto con Lutece y Prochamp participaron en un cártel para coordinar los precios y repartirse clientes en el sector de las conservas de champiñones en Europa durante más de un año. En consecuencia, ha impuesto una multa total de 32,22 millones de euros. El grueso de la multa (30,2 millones de euros) le corresponde a Bonduelle.

Lutece no ha sido multado, ya que se benefició de inmunidad por revelar la existencia del cártel a la Comisión. Prochamp se benefició de una reducción del 40% de la multa.

El objetivo general del cártel era estabilizar las cuotas de mercado de las empresas implicadas y detener la caída de los precios. Para lograr este objetivo, los miembros del cártel intercambiaron información confidencial sobre licitaciones, fijaron precios mínimos, acordaron objetivos de volumen y se repartieron clientes. El cártel fue un pacto de no agresión con un sistema de indemnización en caso de transferencia del cliente y la aplicación de los precios mínimos que se habían acordado de antemano. La infracción duró desde el 1 de septiembre de 2010 al 22 de diciembre 2011, respectivamente, para Lutece y al 28 de febrero de 2012, para Prochamp y Bonduelle.

En el marco de la misma investigación, se abrió procedimiento contra Riberebro y la investigación continuarán bajo el procedimiento estándar de cartel.