UPA ha emitido un voto particular negativo en la votación del informe del Plan Hidrológico (segundo ciclo) de la Cuenca del Guadalquivir, celebrada en la Comisión Nacional del Agua el pasado 30 de septiembre. Este voto negativo, que ha sido registrado hoy, se emite al no ser atendidas, sin motivación alguna, las alegaciones y propuestas que formulamos. Entre ellas, destacamos el dragado del Guadalquivir, el trasvase Negratín-Almanzora, la Presa de Siles y el aumento de las dotaciones.
En cuanto al dragado del Guadalquivir, desde UPA entendemos que esta medida prevista en el Proyecto de Revisión del Plan Hidrológico, contradice lo dispuesto en el Reglamento de Planificación Hidrológica, puesto que dicho Reglamento contempla la posibilidad de admitir nuevas modificaciones de las características físicas de una masa de agua superficial o alteraciones de nivel, siempre que se cumplan las condiciones reglamentarias. Es decir, se adopten todas las medidas factibles para paliar los efectos adversos en el estado de la masa de agua, que los motivos de las modificaciones o alteraciones se consignen y expliquen específicamente en el plan hidrológico…, lo que a nuestro juicio, no se ha motivado en ningún momento en el Proyecto de Revisión del Plan Hidrológico.
En cuanto al trasvase Negratín-Almanzora, consideramos fundamental que el Plan Hidrológico debe contemplar la ampliación de la dotación de agua puesto que la Cuenca del Guadalquivir aporta a la del Almanzora 50 hectómetros cúbicos, una dotación que ha supuesto buena parte del desarrollo económico de la zona, pero que sigue siendo insuficiente para dar respuestas a las demandas existentes y a las expectativas de crecimiento económico de la agricultura. De ahí que solicitamos un incremento de los recursos hasta un total de 75 hectómetros cúbicos, aumento asumible por la Cuenca del Guadalquivir ya que tan solo representa el 0,36% de sus recursos totales.
Sobre la Presa de Siles, desde UPA tenemos muy claro que la puesta en marcha del proyecto de transformación de regadíos se debe realizar desarrollando una segunda fase consistente en la redacción del proyecto para la construcción de las infraestructuras y transformación en regadío de la zona, respetando las dotaciones recogidas en el Informe de Viabilidad (previsto en la Ley de Aguas) del Anteproyecto Construcción Presa de Siles y en cumplimiento de la Resolución de Declaración de Impacto Ambiental sobre la evaluación del proyecto, que contemplan un volumen total para uso agrario de 15 hectómetros cúbicos al año, destinando esta dotación al cultivo del olivar existente en la comarca en su totalidad y de una forma equilibrada para una superficie de 10.000 hectáreas, considerando además que, con los sistemas de última generación de riego más eficientes, la dotación necesaria para el cultivo de olivar sería de 1.500 metros cúbicos por hectárea. Además, reclamamos que el proyecto sea incluido en el Plan Hidrológico y que su financiación se realice con fondos europeos, y todo ello para el desarrollo de la zona.
En nuestra petición insistimos en que el volumen de 15 hectómetros cúbicos determinado no solo beneficia a más agricultores y más extensión de terrenos, sino que además infiere directamente en la creación de empleo y cuenta con que debido a los últimos procesos de modernización de la industria asociada del aceite de oliva, ésta en la actualidad, tiene capacidad suficiente para asumir este aumento sin necesidad de realizar nuevas reformas.
Por último, UPA lamenta que en la memoria del proyecto se haya procedido a un aumento de dotaciones para algunos cultivos que no tienen justificación alguna, lo que pone en peligro la recuperación de una cuenca ya de por sí deficitaria y, con ello, los objetivos de ahorros.
Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.