La FDA que es la Agencia de Alimentación y Medicamentos de EEUU ha elaborado un borrador de guía para el etiquetado de las bebidas de origen vegetal. Según la misma, estará permitido usar el término «leche» para bebidas de origen vegetal, como leche de soja o leche de almendra. No obstante, tendría que incluirse en el etiquetado una declaración voluntaria de nutrientes que transmita al consumidor cómo es nutricionalmente la bebida vegetal en comparación con la leche.

Por ejemplo, una etiqueta de leche de origen vegetal podría decir: «Contiene cantidades más bajas de vitamina D y calcio que la leche». También podría indicar lo contrario, es decir, que tiene niveles más altos de calcio, magnesio, vitamina D, proteínas u otros nutriente que la leche de vaca. Si el producto se etiqueta como bebida vegetal, no necesitaría indicar la comparativa.

Se trata de una medida voluntaria pero que se cree que va a ser seguida por las empresas para evitar futuras demandas.

La FDA ha basado su decisión en que considera que el consumidor ya tiene muy asumido el término leche vegetal y que sabe perfectamente que esa bebida, a pesar de llamarse leche no es leche como tal.

Para la Federación de Industrias Lácteas de EEUU, el hecho de que se hayan cometido un error en el pasado, permitiendo usar el término leche para las bebidas vegetales, no justifica que se cometan errores en el presente.

¿Qué pasa en la UE?

En octubre de 2020, el Pleno del Parlamento Europeo votó a favor de que se prohibiera el uso de denominaciones propias de los productos lácteos para productos de origen vegetal, reafirmando la prohibición existente en la UE.

En 2017, el Tribunal Justicia de la UE (TUE) apoya que se prohibiera que productos derivados de vegetales usaran en el etiquetado, términos como o leche o queso.