Los precios de los alimentos han subido un 15,3 % en noviembre de 2022 con respecto a un año antes. Para la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), esta subida supone un sobrecoste de 830 euros al año en la cesta de la compra.
Los productos básicos han registrado subidas importantes, como es el caso de la leche (subida del 30% interanual), los aceites y grasas (30%), los huevos (26%), el pan (15%), la carne de ave (14%), la carne de cerdo (13%), la fruta fresca (12%) o las legumbres y hortalizas frescas (10%).
Por todo ello, OCU insta al Gobierno a bajar temporalmente el IVA al 0% a los alimentos de primera necesidad con un perfil nutricional más saludable (tal y como ya se hace en Irlanda y Reino Unido): frutas, verduras, legumbres, arroz, pasta, carne y pescado frescos o congelados, leche, huevos, pan integral, frutos secos y aceite de oliva virgen. Así como bajarlo al 4% a otros alimentos básicos con un perfil nutricional al menos aceptable: lácteos sin azúcares añadidos, cereales de desayuno integrales sin azúcares ni grasas añadidas y aceites de semillas, entre otros. Garantizando, eso sí, una reducción de precios realmente efectiva en los lineales de los supermercados (la bajada del IVA del pan integral del 10% al 4% en 2019 no se trasladó a su precio final).
Eso parece muchísimo más lógico y más barato en logística para llevar a cabo que los famositos cheques que quieren implantar