La campaña de patata este año en Castilla y León está siendo muy complicada.  Se ha abierto el canal Horeca pero dado que han venido pocos turistas de fuera, no se ha notado el aumento de demanda que tradicionalmente se producía en los meses de verano. Además, la distribución está exigiendo mercancía con lavado muy fino, que no se adapta a las patatas que este año se están produciendo por la meteorología del verano, señala Eduardo Arroyo, presidente de la Asociación de Productores de Patata de Castilla y León (APPACYL), en declaraciones a Agrodigital.com.

Este año, las siembras en Castilla y León se hicieron de forma escalonada, iniciándose a primeros de marzo y finalizando el grueso de las mismas a mediados de abril, lo que hacía prever también unos arranques escalonados. No obstante, las altas temperaturas de los meses de verano, lo ha impedido.  Las entregas se adelantaron una semana y los arranques se fueron acumulando. Además, ha habido muchos casos de virus Y en la patata Monalisa, denuncia Arroyo, que no han podido mandarse a lavado y que está teniendo muchos problemas para su venta.

Actualmente, en Castilla y León falta por arrancar un 35-40% de superficie cuando en otros años, por estas fechas, solo faltaría un 20%. Los arranques están yendo más lentos que otros años por la dificultad en la comercialización e incluso habrá fincas que finalmente se queden sin arrancar.

Por estos motivos, Arroyo considera que el aforo de este año va a quedarse por debajo de la cosecha del pasado, que fue de 828.694 t. No solo por los menores rendimientos, sino también porque se han sembrado unas 1.000 ha menos. El año pasado se sembraron 18.372 ha.