LA UNIÓ de Llauradors i Ramaders ha pedido a la Generalitat que se tenga en cuenta a las personas profesionales agricultoras y ganaderas dentro del plan de vacunación prioritario contra la pandemia de la Covid-19 y a ser posible en la segunda etapa.

En un escrito remitido por el secretario general de LA UNIÓ, Carles Peris, a la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, se indica que los profesionales agrarios están incluidos dentro del grupo de las personas con trabajos esenciales y por ello se deben contemplar también dentro del plan prioritario de vacunación en la segunda fase y planificar así adecuadamente la misma en el sector agrario.

Se insta así a que desde la Conselleria de Agricultura se impulsen las gestiones necesarias para que las autoridades sanitarias competentes en todos los niveles contemplen al colectivo agrario profesional como grupo de población prioritario en la vacunación contra la Covid-19

La Generalitat debería por tanto, en el Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud donde participa activamente desde la vertiente técnica, proponer entre la priorización final de la vacunación a determinados grupos de población como las profesionales del agro.

LA UNIÓ incide en la importancia de que la vacuna llegue al sector agrario porque se realizan actividades urgentes en el campo y en la granja que son muy difíciles de sustituir por otras personas que no sean los profesionales del sector agropecuario, así como también existen las campañas de recolección de los diferentes cultivos que no pueden paralizarse.

También contempla LA UNIÓ la urgencia de vacunación en las actividades ganaderas, donde los contactos entre personas de diversa procedencia a causa de la movilidad y el transporte de ganado son bastante frecuentes.

En este sentido, la normativa vigente obliga por ejemplo a las personas ganaderas al cumplimiento de toda una serie de exigencias en materia de bienestar animal, como por ejemplo la asistencia permanente a los animales en aspectos como la alimentación o el control y cuidado de su sanidad, entre otros. Por ello, ante la necesidad de garantizar el bienestar animal en las explotaciones y la presencia continuada de las personas ganaderas en estas explotaciones, habría que vacunarlas de manera prioritaria.