No parece que nada haya cambiado en Francia en las negociaciones comerciales entre la industria agroalimentaria y la distribución. Todos los esfuerzos del presidente de la Republica, Emmanuel Macron, para sacar adelante la Ley de los Estados de la Alimentación y que hubiera una mejor distribución del valor a lo largo de la cadena alimentaria, parece que han sido en vano.

La industria alimentaria francesa se queja de sufrir las mismas presiones por parte de la distribución que el año pasado. El 96% de las empresas encuestadas (de un total de 453) consideran que no solo no ha habido mejora en las negociaciones comerciales, sino que han empeorado.

• Casi la mitad de las empresas encuestadas aún no tienen visibilidad en sus planes de negocios para 2019, a tan solo 15 días del final de las negociaciones. De estas mismas empresas, solo el 9% considera que ha alcanzado sus objetivos.
• El 77% de las empresas reportan solicitudes de reducción sistemática de precios por parte de la distribución.
• El 71% de las empresas que han presentado aumentos de precios justificados por una mayor precio pagado por las materias primas agrarias dicen que la distribución no ha tenido en cuenta estas solicitudes.
• El 82% de las empresas que han mejorado sus productos (calidad de los ingredientes utilizados, calidad nutricional, condiciones de fabricación, sostenibilidad, etc.) declaran que estos esfuerzos no se han tenido en cuenta.
• El 88% de las empresas que han realizado un contrato con los agricultores y ganaderos dicen que estas acciones no se han tenido en cuenta.
• El 68% de los encuestados fueron víctimas de que la distribución eliminara su referencia o de amenazas de hacerlo, con el objetivo de obligarlos a ceder ante las presiones de los distribuidores.
• El 72% de los encuestados cree que los distribuidores solo respetan parcial o muy poco las disposiciones de la Ordenanza del Marco de Promoción.