La remolacha sembrada en la zona norte se está desarrollando bien. La gran mayoría se sembró de entre un mes y medio y dos meses más tarde de lo habitual, por lo que se encuentra más retrasada que un año normal. Sin embargo, como junio y julio están resultando meses frescos, le ha venido muy bien a las raíces para su desarrollo. Si en lo que resta de verano y durante el otoño, la meteorología sigue acompañando, no hay por qué no pensar que  esta remolacha tardía gane peso y riqueza en azúcar y la campaña se comporte como un año normal, en el que se pueda llegar a rendimientos entre las 108-110 t/ha. Así lo apuntado Fernando García, responsable del sector de remolacha en COAG en declaraciones a Agrodigital.com, que también ha señalado que espera que las fábricas retrasen su apertura para dar más tiempo al desarrollo de la raíz.

La actual campaña remolachera en la zona norte ha estado marcada por el agua. Al principio, por su falta y después, por su abundancia. Este invierno había interés  entre los remolacheros para sembrar remolacha, pero la Confederación Hidrográfica del Duero avisó a principios de año que no estaban asegurados los riegos, por lo que los ánimos se desinflaron. En la segunda quincena de febrero apenas se sembraron unas 3.000 ha en Castilla y León. Luego empezó a llover y no paró en mes y medio. Los remolacheros se vieron con abundancia de agua pero retrasados en el calendario. No obstante, en cuanto las tierras orearon, se activaron las siembras, que se alargaron durante todo el mes de mayo y hasta inicio de junio, en algunos casos.

La incertidumbre de la falta agua primero y lo avanzado del calendario después, ha hecho que este año se hayan sembrado unas 1.4000 ha menos que el año pasado en Castilla y León, según ha avanzado Fernando García. En total, se puede haber llegado a unas 24.500 ha que junto a unas 3.400 ha entre Alava, Rioja y Navarra, totalizarían unas 27.900 ha en la zona norte.