La directora general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Esperanza Orellana, ha presidido una reunión con el sector hortofrutícola en la que se ha analizado el avance de la campaña 2018 de fruta de verano.

En esta reunión, a la que han asistido, como en anteriores ocasiones, representantes del sector productor, de la industria de transformación y de la distribución, se ha constatado que en primera parte de la campaña ha estado caracterizada por las circunstancias meteorológicas excepcionales de este año: largo invierno, primavera húmeda y fría.

Esto ha perjudicado la calidad de muchas variedades y complicado la comercialización. También ha implicado un descenso de las producciones por heladas y pedriscos, que se continúa estimando en el entorno del 10-15%, con las excepciones del albaricoque con un aumento de la producción y, en el extremo opuesto, de la ciruela, con una caída muy superior.

En todo caso la campaña está teniendo cotizaciones, como corresponde a un nivel productivo inferior, superiores a la campaña pasada. No obstante, han sido especialmente bajas en los casos en los que la climatología ha incidido en mayor medida sobre las calidades, siendo este especialmente el caso de Extremadura.

También se ha constatado que, prácticamente terminada la campaña en las zonas tempranas, la entrada en producción del Valle del Ebro, si bien ha sufrido también un cierto retraso, se ha producido con un correcto escalonamiento, no afectando al mercado al no coincidir con otras zonas de producción.

Igualmente se ha observado que las salidas se están produciendo con fluidez y sin acumulación de stocks.

Por otra parte, se ha apreciado que según ha avanzado la campaña, la entrada de variedades de media estación ha mejorado la calidad de los productos y la estabilidad de los precios.