La Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas (FECIC) organizó ayer en Madrid el 1er Desayuno empresarial del sector cárnico, que ha tenido como primer invitado al presidente de CEOE, Juan Rosell, y al que han asistido empresarios cárnicos, miembros de organizaciones del sector, representantes de la CEOE y los principales medios de comunicación sectoriales.

Uno de los objetivos de FECIC en su nueva etapa, iniciada el pasado mes de junio, pasa por promover el encuentro empresarial y la cohesión de las empresas del sector. Encuentros empresariales, como el que se ha celebrado hoy, permiten ofrecer a los máximos representantes de las empresas, a otras organizaciones sectoriales y agentes implicados en el sector compartir un espacio en el que se puedan exponer y debatir diferentes temáticas que atañen a las empresas del sector cárnico.

El presidente de CEOE, en su intervención, ha hecho un balance sobre diferentes temas relacionados con la economía española y con aspectos empresariales, como ha sido el estado actual del IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), que se está negociando; el exceso de legislación existente en España, que habría que simplificar; y el trabajo que hay que hacer por mejorar la legislación a nivel europeo, o la importancia de conseguir rebajar el alto absentismo que tiene España. También se ha mostrado favorable a la subida de las pensiones y a la necesidad de afrontar reformas económicas.

Además, han intervenido el presidente de honor de FECIC, Jaume Blancafort, y el presidente, Joan Costa, recordando los dos la importancia de la cohesión del sector y de la defensa común de los intereses de las empresas.

El desayuno ha finalizado con un turno de preguntas, moderado por el secretario general de FECIC, Josep Collado, en el que los empresarios han compartido sus inquietudes respecto a temas como las trabas a la exportación de productos cárnicos, el uso de Cooperativas de Trabajo Asociado que tanto se está cuestionando, la subida de aranceles de la administración estadounidense a diferentes productos, que pueden acabar afectando también al sector cárnico, o la negociación del Convenio Colectivo de Industrias Cárnicas.