El Índice de
Precios en Origen-Destino de los alimentos (IPOD) del mes de enero refleja uno
de los diferenciales entre el campo y la mesa más bajos de los últimos años
(3,52). El aumento de los precios en origen, por una brusca reducción de la
producción de hortalizas como consecuencia de las adversidades meteorológicas en
el sudeste español y en gran parte de Europa, ha acortado los márgenes durante
la semana 2 y 3 del primer mes del año, situándolos entre el 50% y 70%.
Berenjenas y calabacines han llegado a cotizar muy cerca de los 4 euros/ kg en
el ecuador del mes. “Los agricultores no se han lucrando con esta situación.
Ha habido un descenso de producción que se equilibra con los precios. Además,
estamos hablando de dos semanas en una campaña que duras varios meses”, ha
matizado Andrés Góngora, responsable de frutas y hortalizas de COAG. A nivel
general, limones y manzana lideran el diferencial entre campo-mesa con un 658% y
667% respectivamente.
Sin embargo, tal y como puede
observarse en el gráfico de evolución, durante la última del semana el desplome
de los precios en el campo de las principales hortalizas no se está
repercutiendo a los precios pagados por el consumidor. En el caso del calabacín,
los precios en destino se han elevado un 14% a pesar de la caída de un 62% de
las cotizaciones en el campo. En berenjena la evolución ha seguido la misma
tónica y mientras los precios al consumidor se han elevado un 17% al productor
han bajado un 35%.

"De nuevo,
agricultores y consumidores estamos siendo víctimas de las prácticas
especulativas de las cadenas de distribución que quieren recuperar a marchas
forzadas sus abusivos márgenes habituales sin importarles los fundamentos
objetivos del mercado: oferta y demanda. La situación productiva en el campo no
ha variado tanto de una semana a otra como para propiciar un derrumbe de los
precios tan significativo. La presión de las centrales de compra de los grandes
distribuidores está pasando factura a los productores, que una vez más nos vemos
indefensos para controlar una perniciosa volatilidad",
ha afirmado Andrés Góngora, responsable del sector de frutas y hortalizas de
COAG, a lo que añadido que “las declaraciones públicas
de la Ministra de Agricultura han favorecido esta situación”.
COAG considera que esta
situación de dientes de sierra en los precios no es deseable ya que provoca
especulación en la cadena por parte de los agentes con más poder en la misma,
desajustes en la planificaciones y a la larga no beneficia a los agricultores
que en épocas de precios altos no disponen de producción suficiente para hacer
rentables estos momentos. “Es cierto que las producciones agrarias están
sometidas a la meteorología y, por tanto, y por mucho que se planifique una
campaña pueden producirse situaciones de cierta escasez o picos de producción,
pero lo deseable es mantener una creciente estabilidad en las relaciones
comerciales que evite los tradicionales vaivenes en los precios en origen y las
usuales situaciones de precios bajos por debajo de coste de producción”, ha
señalado Góngora. Por tanto, lo que se ha de buscar es una estabilidad
productiva y una estabilidad en las oscilaciones de precios. Para ello son
necesarios los sistemas de gestión de mercados que reclama COAG: tanto la
utilización de aquellos que están a nuestra disposición (gestión de crisis a
través de OPFH), como sistemas de crisis grave.




Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.