El Parlamento lituano ha aprobado una ley que permite el sacrificio de los animales sin el aturdimiento previo. Este sacrificio se conoce como sacrificio religioso, porque para que la carne sea considerada kosher bajo la ley judía o halal bajo la ley islámica, el animal debe de estar consciente cuando se le sacrifica, por lo que no se les aturde. Aunque la legislación europea exige que los animales sean aturdidos antes de ser sacrificados, otorga exenciones por motivos religiosos.

Esta ley ha salido adelante con 57 votos a favor, 4 en contra y 11 abstenciones. El gobierno alega que ha promovido esta ley para favorecer las exportaciones de carne a Israel y al mercado musulmán del sudeste asiático y de esta forma compensar el impacto que al sector cárnico lituano le está generando el veto ruso. Lituania es uno de los principales abastecedores del mercado ruso debido a su proximidad geográfica. La Ministra lituana de Agricultura estima que el veto ruso va a costarle a su país 87 millones de euros desde el inicio del veto, en agosto pasado, hasta final de año, si no se buscan mercados alternativos.

En algunos países de la UE, la situación es exactamente la contraria a la de Lituania. A finales de febrero pasado, entró en vigor en Dinamarca la prohibición del sacrificio religioso de animales. En Polonia también está prohibido dicho sacrificio desde el 1 de enero de 2013. Esta prohibición se introdujo debido a que el Tribunal Supremo dictaminó que sacrificar animales sin estar aturdidos previamente va en contra de su bienestar.

Por el contrario, en el Reino Unido se permite el sacrificio religioso y cada año se sacrifican unos 6.000 animales sin aturdimiento, a pesar de que la Asociación británica de veterinarios, solicitó hace unos meses a su gobierno que prohibiera esta práctica. En España también se permite.

En 2006, en Alemania, el Tribunal federal rechazó la prohibición de esta práctica.