La consejera de Agroganadería del Principado de Asturias, María Jesús Álvarez, ha destacado la defensa realizada por el Gobierno del Principado para que la ganadería, tanto de leche como de carne, tuviesen “pagos acoplados”, es decir, ayudas directas vinculadas a la producción por ser sectores sensibles y estratégicos. En ese sentido, ha considerado positivo que en el reparto de fondos se destine el 84% a pagos acoplados a la ganadería, aunque ha recordado que el Principado discrepa del modelo de aplicación de la PAC que lleva a cabo el Ministerio de Agricultura.

Álvarez ha realizado estas declaraciones durante la conferencia que ha ofrecido estas semana en Valdés sobre el nuevo modelo de aplicación de la Política Agrícola Común (PAC). Con esta charla, la consejera inicia un ciclo de encuentros con ganaderos y agricultores asturianos que se desarrollará en las diez comarcas agrarias asturianas durante los próximos meses.

La consejera, que ha estado acompañada por la directora general de Ganadería, Rosa Urdiales, ha explicado que con este tipo de conferencias se pretende dar respuesta a las inquietudes que tiene el sector agrícola y ganadero acerca de la reforma de la PAC. Álvarez ha señalado que el modelo que se está negociando no es el que defiende el Gobierno de Asturias, sino que es el modelo Cañete, en alusión al ministro de Agricultura, “dado que los Estados son los que tienen legitimidad para aplicar la nueva Política Agraria Común y el reparto de sus fondos”. En ese sentido, la consejera ha puntualizado que desde Asturias siempre se ha defendido que las ayudas de la PAC fuesen para aquellos ganaderos y agricultores que realmente creasen empleo y generasen actividad agraria.

María Jesús Álvarez ha recordado que para el próximo periodo de programación europea 2014-2020 existen menos fondos económicos ya que son más Estados miembros a repartir, pero ha garantizado que el Principado exigirá en todo momento que en el reparto se dé prioridad a las explotaciones pequeñas o de montaña con el objetivo de favorecer a aquellas ganaderías que, como las asturianas, afrontan unas dificultades objetivas de producción.