La normativa española establece que es obligatorio suscribir un contrato en el suministro de la leche cruda, si bien, esta obligación no se cumple al 100%. A 30 de noviembre pasado, 1.761 ganaderos de leche de oveja contaban con un contrato según la información recogida en la base de datos de GECOLE. Teniendo en cuenta que el número de ganaderos en activo en la campaña 2012-13 es de 8.461, solo un 19,5%de los ganaderos cuenta con contrato para la venta de su leche de oveja.

En total, el número de contratos suscritos asciende a 1.922, de los que 1.761 son contratos en los que los suministradores de leche son ganaderos (así lo han comunicado en el proceso de registro de contrato) y 161 son contratos firmados por otros suministradores. Del total de contratos, 877 se refieren a contratos firmados por cooperativas como receptoras de la leche (un 46% del total de los contratos).

La leche bajo contrato ha supuesto en la campaña 2012-13 un volumen mensual de 19.649,28 miles de litros. Un 72% de este volumen corresponde a ventas a cooperativas. Por tanto, aunque los contratos con cooperativas son menos numerosos que con no cooperativas, son por cantidades más elevadas.

Los contratos más frecuentes son los establecidos con compradores que no son cooperativas y que solo permiten un margen de tolerancia inferior o igual al 10% y los contratos con cooperativas que permiten una tolerancia entre el 10 y 20%. Cada una de estas dos categorías suponen en torno de una cuarta parte del total. La tolerancia es el porcentaje que puede variar el volumen contratado con objeto de poder ajustar los suministros a la estacionalidad o coyuntura de producción.

A diferencia de lo que ocurre con la leche de vaca, en la leche de oveja son más frecuentes contratos con los mayores porcentajes de tolerancia cuando están suscritos con no cooperativas. Por ejemplo, hay casi el doble de contratos con tolerancia superior al 30% suscritos con no cooperativas, que con receptores no cooperativos.

La duración media de los contratos suscritos es de 8,84 meses. Las cooperativas suscriben contratos más largos que los de otros de receptores, aunque la diferencia es de solo un mes: frente a una duración media de 9,4 meses en el caso de los contratos con cooperativas, la duración media de los contratos con no cooperativas es de 8,4 meses. En el caso de cooperativas como de no cooperativas, lo más frecuente son contratos de entre 9 a 12 meses (29% y 32 del total de contratos, respectivamente).

Los contratos en los que el precio de la leche se establece en base a una cantidad fija son los más frecuentes, tanto con cooperativas como con no cooperativas y suponen el 97,4% del total contratos suscritos. El resto de contratos son con precio variable (se establece por una combinación de varios factores). Los contratos mixtos (cuando el precio tiene una parte fija y otra variable) son prácticamente inexistentes.